Muchos de nosotros asociamos la vejez con limitaciones físicas, dolores, pérdida de la memoria, soledad, aburrimiento, disminución de las habilidades mentales, depresión etc., sin embargo investigaciones han demostrado lo contrario. La felicidad no necesariamente disminuye con la edad, inclusive ocurre lo contrario. La “U-shape curve” de la felicidad demuestra que el bienestar llega a su punto más bajo en la mitad y finales de los 40 y luego va subiendo constantemente; es decir que una persona sana de 60 años puede ser igual de feliz que alguien de 20.

De igual forma se ha encontrado que diferentes estrategias y entrenamientos puede generar mejoras significativas en el bienestar psicológico, físico y mental de las personas de edad, entre ellas se encuentran:

1.  Mantener relaciones sociales positivas: Las personas de tercera edad quienes constantemente asisten a eventos sociales, reuniones y actividades con la comunidad muestran mayor optimismo, compromiso, satisfacción y felicidad.

2.  Ejercicio físico: Todos sabemos que el ejercitarnos nos hace sentir bien en general, esto no cambia con la edad. Los ejercicios al aire libre favorecen no solo la salud física sino también contribuyen a un mejor funcionamiento cerebral.

3.  Dieta Saludable: Ya que a esta edad el funcionamiento del cuerpo no es igual que cuando se tiene 20 años es importante  comer sanamente con el fin de evitar problemas de salud.

4.  Mantenerse activo: Las personas de tercera edad poseen una gran ventaja, tienen bastante tiempo disponible! Si este tiempo es utilizado para participar en actividades, voluntariados, realizar manualidades entre otras, esto contribuye a mantener el cerebro activo, fortalecer las relaciones sociales y generar un bien a otros incrementara significativamente el bienestar e inclusive la autoestima.

5.  Mantener una actitud positiva: No se trata de pensar que todo va a salir bien sin evaluar crítica y de manera realista las situaciones, más bien es buscar el lado positivo de los eventos, sentirse bien consigo mismo y adaptarse de manera adecuada a situaciones difíciles.